Serie: Caminar la Habana Vieja
Te propongo un recorrido que no debes dejar de hacer en tu visita Cuba, Las Cuatro plazas coloniales en La Habana Vieja !! En Casa Carlos y Graciela podemos ayudarte con consejos e indicaciones y si lo solicitas también con servicio de guía.
La sensación de estar atrapados en el tiempo es recurrentes entre los viajeros que visitan La Habana, y quizás aquí radica uno de sus mayores encantos: ese museo vivo donde se redescubren, con los matices de la vida nueva, los encantos de la que ya pasó.
Para quienes buscan descubrir la esencia de la ciudad y no solo conformarse con la mirada superficial, el recorrido por su historia resulta imprescindible. Una historia que bien puede ser aprendida desde las principales plazas que componen la Habana Vieja.
La Habana, caso único en Cuba
A diferencia del resto de las ciudades coloniales del país, La Habana no siguió el patrón que regía la vida de la villas en torno a una plaza o parque, sino que se estructuró en cuatro plazas principales, con diversas funciones: militar (Plaza de Armas), comercial (Plaza de San Francisco de Asís), social (Plaza Vieja) y religiosa (Plaza de La Catedral).
1 Plaza de Armas
Constituida en el primer tercio del siglo XVI fue la primera de la villa y a partir de la cual se erigió su crecimiento inmediato. En sus inicios, al estar asociada a los terrenos del Castillo de la Fuerza, tuvo una función predominantemente militar. Sin embargo, a finales del siglo VIII destaca por su jerarquía administrativa con la construcción de los palacios de los Capitanes Generales y del Segundo Cabo, edificios con una belleza que bien vale detenerse a admirar. La estatua de Carlos Manuel de Céspedes que se ubica en su centro fue colocada en 1955 en sustitución de la del monarca español Fernando VII. Con un valor histórico y arquitectónico extraordinario, su visita es una de las experiencias que no pueden dejarse para un segundo viaje.
2 La Plaza de San Francisco de Asís
También conocida como plaza de las palomas por la miles que confluyen en su centro, dando un espectáculo maravilloso al levantar vuelo, es uno de los espacios más distintivos de esta parte de la ciudad, y sin duda uno de los más fotografiados. La imagen junto a la escultura de bronce que representa al Caballero de París, figura icónica de las calles habaneras, y que según la creencia popular da suerte si se frota el dedo o la barba, se ha vuelto costumbre entre los habitantes.
Creada hacia 1628 por acuerdo del Cabildo para que sirviera como punto de abastecimiento de agua a las flotas, por su cercanía al puerto de La Habana, su función fue preminentemente comercial, a pesar de la presencia de la Iglesia de San Francisco de Asís. Posee una pieza escultórica de gran valor, la fuente de los leones, concebida como representación del imperio español.
Hoy está rodeado por la fachada lateral de la Iglesia, que recibe durante los fines de semana conciertos de música de cámara para quienes busquen reconocer el esplendor de la ciudad desde otra dimensión, la Lonja del Comercio y la Aduana del Puerto, con una rica historia a sus espaldas.
3 Plaza Vieja
La Plaza Vieja, que cuenta con cervecerías, restaurantes y cafés, es uno de los puntos más movidos de la ciudad, donde se festejan todo tipo de acontecimientos y quienes disfrutan recorriendo las calles habaneras encuentran un descanso. Surge para servir de espacio público a la villa, función que todavía cumple, y recibe este nombre tras la creación de la Plaza de Cristo que pasó a ser la nueva. Al contrario de lo habitual no se ubican en ella ninguna Iglesia o edificio administrativo. Sin embargo, cuenta en sus alrededores con algunos de los mejores exponentes de la arquitectura ecléctica cubana.
4 Plaza de la Catedral
Exponente de esos contrastes que tan bien caracterizan a la ciudad, conjuga la monumentalidad de sus edificaciones con el intimismo generado por espacios relativamente pequeños. A su vez se encuentran aparejadas la sobriedad católica con el folclor yoruba de quienes adivinan futuro en sus puertas.
Su Catedral es uno de los referentes más aclamados del barroco cubano. Acoge ocasionalmente conciertos de las más diversas expresiones musicales, performances de reconocidos artistas, y el talento de jóvenes que se posicionan en sus cercanías para dibujarla.
Más que historia
Las plazas son puntos que dibujan el camino a recorrer. Su encuentro nunca viene separado del descubrimiento de la vida que se esconde en las angostas calles que desembocan en ellas, ya sea esas de música y bullicio, o las más solitarias y misteriosas. Es tan solo otra forma de conocer la ciudad, un mapa que superpone historia y la más cotidiana realidad.
En nuestra Casa Carlos y Graciela está ubicada en el corazón de la Habana Vieja. Si reservas con nosotros te es muy fácil iniciar desde aquí un recorrido a pie. Recuerda que podemos ayudarte con consejos e indicaciones y si lo solicitas también con servicio de guía.
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