jueves, 16 de noviembre de 2017

La Habana cumple 498 años


San Cristóbal de La Habana celebra hoy el aniversario 498 de su fundación por el conquistador español Diego Velázquez en 1519 bajo una ceiba, lugar que se preserva mediante el monumento El Templete, el cual muestra recientes cambios que le aportan el perímetro original que tuvo ese conjunto, tal como aparecía en 1828, cuando fue construido para rememorar la primera misa y el cabildo.



Ahora cuenta con una mayor majestuosidad y sigue constituyendo el sitio donde nacionales y extranjeros esperan la llegada a las 12 de la noche de cada cumpleaños de una urbe cercana al medio milenio.

Este aniversario tiene la peculiaridad de mostrar otras labores de reconstrucción y remozamiento de edificaciones y sitios de valor patrimonial, que dejaron listo el antiguo Pórtico en la calle O’Reilly, que databa de 1852 y resultó demolido en 1929-1930. Ahora constituye una entrada al Centro Histórico y luce el escudo original de La Habana.


Trabajos encomiables ha ejecutado la Oficina del Historiador de la Ciudad, como el Centro Juvenil, donde habrá oportunidades para estudiar danza, hacer cine, instruirse en su biblioteca, o también el Centro de Información y su agencia San Cristóbal, sin dejar de mencionar las otras obras que continúan para integrar un parque arqueológico que debe quedar listo el 16 de noviembre de 2019, aniversario 500.

Vale recordar hoy, al recorrer las calles de una ciudad cercana a su medio milenio, los atractivos de la Plaza donde está la Catedral, una construcción donde presuntamente estuvieron conservados los restos de Cristóbal Colón cuando España y la República Francesa firmaron un tratado según el cual la península entregaba la porción de Santo Domingo y quiso resguardar los despojos del Almirante, aunque algunos expertos desmienten esa historia.

Y siguiendo por la calle Empedrado resulta un imperativo acercarnos a la Bodeguita del Medio, surgida en 1942 como establecimiento para la venta de alimentos, pero ya transcurridos unos años su dueño, el español Ángel Martínez, la convirtió en un restaurante rústico, que exhibe un aire bohemio acentuado por su decoración con fotos y firmas de figuras relevantes del arte, la cultura y la política en el orbe.

Al tomar rumbo a la calle Obispo, ese extenso boulevar con antiguas edificaciones y elegido por muchos para sus paseos por la añeja urbe, desandan curiosos personajes surgidos desde que el turismo fue creciendo y la capital cubana se convirtió en uno de los polos preferidos de los visitantes.

Matizan con notas musicales el andar de los transeúntes los dúos o tríos con guitarra, claves y maracas, o las estatuas vivientes que recuerdan a antiguos personajes muy cerca del Hotel Ambos Mundos, donde vivió Ernest Hemingway y se conserva la habitación que habitó con algunas de sus pertenencias.

Un poco más alejado igual rinde homenaje al escritor el bar restaurante El Floridita, famoso por su trago denominado Daiquirí. Y ya en la parte de Centro Habana se alza imponente El Capitolio Nacional, recientemente remozado.

Son muchos los atractivos de una ciudad que hoy celebra su cumpleaños 498, como el cañonazo de las nueve de la noche, mediante una ceremonia en la Fortaleza San Carlos de la Cabaña, donde jóvenes soldados (cadetes de artillería) se visten a la usanza de aquellos tiempos del siglo XVIII cuando los españoles gobernaban la Isla. Llama la atención sus trajes que hacen rememorar esa época, las pelucas que cubren sus cabellos, las polainas en sus piernas, todo un ritual muy atractivo.


En fin, La Habana es eso y mucho más, es la alegría de su gente, su ritmo de urbe donde se mueven cada día miles de personas, el empeño en que sea cada vez más radiante, restañando heridas en sus viejas construcciones, en sus calles arboladas o con las cicatrices en el pavimento.

Mi Habana/ si no existieras/ yo te inventaría/ tal como escribió el poeta Fayad Jamis. Llegue a ti mi enhorabuena en tu aniversario 498.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario